COLILLAS EN EL SUELO

Hace unas semanas, en un día soleado, conducía con la ventana del coche abierta. Soy un privilegiado (tengo plaza de garaje en alquiler) y mientras esperaba a que la puerta del garaje se abriera, cuál fue mi sorpresa, que entró una colilla encendida en el coche y me quemó el brazo. Algún vecino muy educado la había tirado encendida por la ventana. Tras un grito por el quemazón y un insulto al aire, no reparé en llamar a todos los telefonillos para que me explicaran cómo se les ocurría hacer eso, pero nadie lo cogió, por lo que intuí que evidentemente habían oido mis improperios, o no tanto, lanzados al aire.

El asunto es que este post no es para denunciar este hecho concreto, sino para denunciar las miles y miles de colillas que se tiran cada día al suelo. En Madrid hay 1 millón de fumadores aproximadamente y si suponemos que tiran una colilla de media al suelo al día (ya sé que todos no son incívicos pero también hay otros que tiran 10 colillas) resulta que al año hay 365.000.000 colillas que se han tirado al suelo.

Desde el año 2010, estan instaladas en Madrid 63.504 papeleras con cenicero incorporado. Estas papeleras se cambiaron con el objetivo de que los fumadores tuvieran un lugar para apagar sus cigarros y tirar la colilla sin dejarla en el suelo.

En Japón por ejemplo, es curioso que se puede fumar en algunos establecimientos cerrados debidamente señalizados, pero en la calle existen puntos de fumadores que suelen coincidir con las esquinas y donde hay ceniceros instalados.

Por eso y retomando el espíritu de este post, no se trata de criticar a los fumadores sino a los fumadores incívicos que tiran las colillas impunemente por la ventanilla de su coche, en la parada del autobus, en los alcorques de los árboles, en el suelo, en las terrazas de los bares... etc

Vuelvo al tópico de que en su casa no creo que tiren la colilla al suelo y la pisen, pero nunca se sabe... Reto a quien quiera a dar un paseo de tan sólo 1 minuto por Argüelles y no ver una colilla en el suelo.

Por eso, hago un llamamiento para intentar convencer a nuestros amigos y familiares fumadores para que usen las papeleras-cenicero de Madrid para tirar sus colillas. Igualmente avisar a la gente que tire una colilla de que existen ceniceros en cada papelera y que no multan por usarlo.